lunes, 4 de octubre de 2010

Ayer domingo, aprovechando que el tiempo empieza a hacerse mas otoñal, con lluvia y fresco, me introduje en el cine para ver una película española estrenada en todo el mundo: "Enterrado". Quizás algo influenciado por la sinopsis y por la crítica en la que ya se intuía que iba a ver una película nada convencional, desde el principio, en el que aparece un fundido en negro de toda la pantalla solamente roto por el jadeo de una respiración entrecortada, la tensión se apodera del espectador, y en el momento en el que la pequeña luz de un mechero ilumina tenuemente la pantalla, el espectador se sorprende asi mismo aprentando los dientes presa de una incontenible pesadumbre que se apodera de su cuerpo y de su mente. Al observar el cuerpo yacente de una persona encerrada entre las cuatro minúsculas paredes de una caja de madera, la empatía nos impulsa a sentirnos identificados con la angustia del protagonista que se ve invadido por un sentimiento de claustrofobia al tomar conciencia de su situación de estar enterrado vivo: Sin duda uno de las pesadillas que todo hombre ha imaginado alguna vez como la más escalofriante vivencia que ser humano pudiera experimentar o la peor condena a muerte que alguien espera sufrir en su existencia, no por el dolor físico que se pueda experimentar, sino por el pánico psicológico que le invade a cualquiera en esa situación en la que se espera la muerte presa de una lenta agonía. Es admirable la capacidad del guionista y del director de desarrollar una película durante más de hora y media de metraje, con tan pocos elementos como un actor, un telefono móvil, una linterna y un mechero, pero la película transcurre sin ninguna monotonía y manteniendo en todo momento la tensión y la atención del espectador, desde el principio hasta el final. Buscando una significación que probablemente el guionista en ningún momento quiso dar a su historia, se podría identificar la película como una metáfora de la incomunicación que en el siglo de las telecomunicaciones e internet, encuentra el ser humano, que, a través del protagonista, en principio es incapaz de trasnmitir la urgencia y el ansia que supone su situación de secuestrado y enterrado vivo. Por otra parte, pone de plena actualidad la polémica de si un gobierno debe negociar con terroristas en casos de secuestro, algo que los Estados Unidos tienen muy claro de que no debe ser asi, pero que si nos ponemos en el pellejo de la persona y de los familiares de los secuestrados, la respuesta no es tan sencilla como que no se debe acceder a las pretensiones de ningun secuestrador. Definitivamente, la película se ve sin ningún atisbo de aburrimiento, ya que la tensión te mantiene pegado a la butaca, y salvo algún incomprensible pasaje, como el de la serpiente, todos los elementos del guión funcionan a la perfección, hasta desembocar en un final nada propio de los edulcorados finales tipicamente hollywoodianos, lo que hace que la película mantenga su originalidad hasta el úlimo instante. Sin duda, una película altamente recomendable, excepto para aquellas personas que padezcan de claustrofobia y que sean hipersensibles al sufrimiento ajeno.
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Puesto que el mercado sigue en su tónica de aburrimiento y lateralidad, ya que hoy abre practicamente plano en los 10450, probablemente demos por concluida, si no cambia mucho en los proximos días, la estrategia del mes de octubre, que de momento nos esta reportando unos beneficios de 1040 euros, que no son pocos, pero que no nos ha permitido hacer alguna operación más. Asi pues, pasaríamos ya a pensar en el mes de noviembre, cuyo vencimiento es el día 19, y no descartamos que en esta semana, hagamos alguna operación pensando en dicho mes.

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